viernes, 2 de noviembre de 2007

Café de mierda

Café civetaEsta civeta de un cafetal de Jhang-hu, Taiwán, es parte de una nueva manera de procesar el producto que está volviendo locos a los amantes del café.
Se come las bayas del cafeto y sus semillas, una vez excretadas, son recuperadas, tostadas y empacadas, listas para ser exportadas a un precio cercano a los 90 euros por libra (454 gramos) aunque no es extraño que por internet puede llegar a alcanzar entre los 100 y los 300 dólares. Y es que una taza de este café puede llegar a costar unos 10 euros en un local de Toronto (Canadá) ó 40 dólares en cafeterías de Nueva York (Estados Unidos).
Alabado por su aroma con reminiscencias terrosas y su suave sabor proviene, pues, de las semillas de café que han sido ingeridas y defecadas por este animal, un mamífero de apariencia felina, que habita en las selvas asiáticas.
Las semillas se recogen luego manualmente de las heces, se seleccionan y limpian cuidadosamente, y se tuestan como cualquier otro grano de café. Este proceso, que comenzó como algo primitivo y ha terminado por calar en los gustos más sofisticados, tiene lugar en las islas indonesias de Sumatra, Java y Sulawesi, así como en Filipinas, Vietnam y algunas zonas del sur de la India.
"Tiene un sabor rico y pesado, con toques de caramelo y chocolate. Es también terroso y mohoso. Tiene un cuerpo almibarado y muy terso", señalan críticos amantes de la bebida.
Análisis científicos del proceso apuntan que lo que da ese sabor único es la fermentación parcial producida por los ácidos estomacales y las enzimas digestivas de la civeta, que sólo come los granos de mejor calidad, es decir, los más rojos y maduros. Pero eso no es todo, el científico de alimentos de la Universidad de Guelph en Ontario descubrió que los granos defecados por la civeta tienen menos bacterias que, por ejemplo, los granos controlados de café colombiano. Esto se debe al cuidadoso proceso de lavado de los granos por quienes los recogen de la mierda.
Muchos se preguntarán cuáles fueron las circunstancias que dieron con la primera taza de café civeta, o quién fue el primero al que se le ocurrió escarbar entre los excrementos del animal. Unos conjeturan que se trató de algún desempleado, y otros que fue alguien desesperado por algo de alimento o que simplemente descubrió que era más fácil recolectar los granos del suelo que de las copas de los arbustos.
Otro tipo de café obtenido a través de rutas poco comunes es el de semillas que han sido regurgitadas por comadrejas salvajes que habitan en algunos pueblos de Vietnam, y que tiene un sabor diferente, más fuerte y más achocolatado que el café civeta.
(Como dato curioso al margen del café, en Marruecos algunos campesinos alientan a las cabras a comer la fruta del Argán, un arbusto parecido al olivo, para luego remover las semillas de sus excrementos, molerlas y usarlas como aceite en la cocina, para masajes y como afrodisíaco.)

1 comentario:

Anónimo dijo...

menudo cafe. le da el sabor exquisito de la pura mierda. no pago ni un centimo y aunque me inviten o me lo hagan de gratis. que soy tonto o que.